- Esto determinó a Padre Antonio Ruiz de Montoya a organizar el éxodo de los restantes habitantes de esos pueblos.
Una gran flota de canoas que transportaba por el Río Paraná a más de 12.000 hizo puerto (1631), en medio de incontables penalidades y catástrofes, en las márgenes del arroyo Yabebiry fundándose los pueblos de Loreto y San Ignacio Miní en territorio actualmente argentino. - A éstos se agregaron otros pueblos que debieron emigrar por el mismo motivo del Tape (1634 - 1636), y del Itatin (1669). De este modo se concentró la gran parte de la actividad misionera a lo largo de las márgenes de los Ríos Paraná y Uruguay, y se consolidaron 30 pueblos organizados con más de 100.000 Guaraníes.
- En la actual provincia de Misiones quedaron ubicados: San Ignacio Miní, Loreto, Santa Ana, Corpus, Candelaria, San José, Apóstoles, Concepción, Santa María la Mayor, Mártires y San Javier. En la actual provincia de Corrientes: San Carlos, Santo Tomé, La Cruz y Yapeyú.
Plano de la reducción San Ignacio Mini: 2- viviendas indígenas, 3- cabildo, 4- cementerio, 5- iglesia, 8- aulas, 9- comedor, 10- cocina, 11- talleres/depósitos, 14- reloj de sol. - En el actual Paraguay quedaron establecidos: San Ignacio Guazú, Santa Rosa, Santa María de la Fe, Santiago, San Cosme y Damián, Nuestra Señora de la Encarnación de Itapúa, Trinidad y Jesús.
- En el actual territorio brasileño: Santo Angelo, San Miguel, San Juan Bautista, San Lorenzo, San Luis Gonzaga, San Nicolás y San Borja.
- Se formó así una organización de 30 pueblos con sus yerbales, algodonales y estancias.
La grandeza de las Misiones Jesuíticas: En la tierra roja de esta región las ruinas misioneras testimonian la grandeza de la obra jesuítica, donde la cultura indígena, se aunó con la europea, sin violencias. Al iniciar la labor de los misioneros en las regiones del Paraná y Guayrá, muy pronto la fundación de pueblos se fue extendiendo a la cuenca del Río Uruguay, y luego al Tape y al Itatin.
Los indígenas se redujeron en grupos, adoptando junto con las enseñanzas del Evangelio, hábitos de trabajo e ideas de organización social.
Pero las poblaciones de la región del Guayrá, no pudieron resistir los ataques causados por los mamelucos o bandeirantes (habitantes de San Pablo, actual Brasil) cuyo objeto era aprisionar indígenas y venderlos como esclavos. En solo cuatro años, 1627 - 1631, destruyeron nueve pueblos y se vendieron como esclavos 60.000 indios.
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